Una vez reunidos varios corchos, lavadlos para eliminar los restos y olores. Después cortadlos en rodajas de entre medio o un centímetro, a vuestro gusto. Lo importante es que sean iguales para que no os bailen los objetos sobre el salvamantel.
Una vez tenemos unas 10 o 12 rodajas de corcho, llega el momento de unirlos. Podéis unirlos con hilo, que a la vez requerirá de una aguja resistente, o podéis optar por unirlos mediante grapas, pero con cuidado para que no se os desmenucen las rodajas. Unidlos para que formen una superficie con la forma que os guste, puede ser circular, triangular...
Por último, podéis pintar el salvamanteles del color que mas os agrade, pero pensad que la pintura que uséis debería ser resistente al calor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario